Tomar sol es uno de los pasatiempos del verano, tener la piel bronceada resulta atractivo, vital y saludable.
Sin embargo, hubo un tiempo en que la percepción del bronceado fue diferente. A lo largo del siglo XIX la piel blanca simbolizó status social, pureza y juventud. En esos tiempos la piel dorada implicaba trabajo y pobreza.
Para mantener la piel blanca las mujeres utilizaban productos tóxicos a base de arsénico, plata, cal o plomo; estas pinturas a la larga causaban la muerte.
A principio de los años 20, la diseñadora "Coco" Chanel se bronceó accidentalmente luego de una travesía en yate. Las clases altas que veían en ella una creadora de tendencias la imitaron. Esta moda empezó a posicionarse con glamur en todo el mundo.
En 1975 aparecieron las primeras camas de bronceado.
En 1985 la Academia Americana de Dermatología impartió el primer programa educativo acerca de los riesgos de la sobreexposición solar y en los '90 empieza a estar disponible una gran variedad de filtros solares.
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