La escuela rural Bernardino Rivadavia del paraje San Roque, en el Valle de Calamuchita, tuvo un solo alumno el año pasado. Luciano, un pequeño de siete años, tuvo un maestro, una portera y una escuela para él.
Décadas atrás el colegio llegó a tener 70 alumnos, cuando utilizaban un edificio que quedó sepultado 60 metros bajo el agua con la construcción de la represa del río Grande que formó el embalse Cerro Pelado en Córdoba.
El despoblamiento rural de las sierras también causó la reducción del cupo. A fines de los años ochenta contaba con 24 alumnos, en el 2001 eran 10.
La empresa estatal Agua y Energía, encargada de la obra del dique, construyó un colegio para reemplazar el que se había perdido.
La escuela es el centro social de unas 10 familias que viven en el paraje San Roque, donde crían animales a baja escala.
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