En Latinoamérica la Z y la C se pronuncian igual que la S,
diferente a lo que pasa en la mayor parte de España. ¿Desde cuándo es así? ¿Y
por qué?
Estas preguntas ha mantenido ocupados a especialistas e hispanohablantes
en general. Sobre la pronunciación de la Z en España se ha llegado a
crear leyendas, como el ceceo que padecía algún rey o príncipe al hablar. Pero
los expertos las descartan.
La explicación más aceptada es que la pronunciación
diferenciada de la Z y la C no se perdió en algún sitio misterioso rumbo a
América, sino que nunca embarcó.

Por aquel entonces ya había dos modos de hablar el
castellano: uno hacia el norte de Castilla, que se impuso en Madrid, y otro en
Sevilla, en el sur de España donde la Z y la C se pronunciaban de modo similar
a la S.
Una mayoría relativa de los primeros colonizadores españoles
que llegaron a América provenía de Sevilla y otras partes de Andalucía: 37%
entre 1493 y 1539, según estudios del historiador estadounidense Peter
Boyd-Bowman.
"En toda América triunfó la manera sevillana de hablar
español. Mientras que en la ortografía es la manera de Madrid, que es donde
estaba la Corte, el rey, los nobles, y por tanto tenía mucho prestigio",
concluye Sánchez Méndez.

También pudo haber una razón de practicidad en el Nuevo
Mundo: unificar fonemas simplificaba las cosas a los colonos que implantaban
el español y a los indígenas que lo aprendían.
"Es más cómodo, más sonoro, más agradable la
pronunciación del seseo que la del ceceo", sostiene Andújar Cobo.
Hay Festival Querétaro, un encuentro de escritores
y pensadores que se realiza en México anualmente.
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